miércoles, 26 de abril de 2017

Los lencas



Los Lencas son un grupo étnico mesoamericano ligado a la cultura maya. Ocupo diversas aéreas de lo que hoy en día se conoce como Honduras y El Salvador; durante la conquista española, los lencas organizaron una guerra de resistencia que duro cerca de diez años y que termino con la muerte del cacique Lempira. La dinastía lenca, sin embargo, nunca abdico y su linaje, según la tradición oral, se remonta a tiempos remotos.

Ellos representan el núcleo aborigen de mayor relevancia después de los mayas. En el pasado ocuparon tierras centrales, que en la actualidad constituyen los departamentos de Francisco Morazán, Comayagua, parte de Cortes, Lempira, Intibucá, La Paz y parte de Valle y Choluteca. Sitios de asentamiento lenca fueron las inmediaciones del Lago de Yojoa, el Valle de Sula, ríos Sulaco y Humuya, la zona del embalse de El Cajón, donde llego a vivir una población de 10 mil personas. La presencia lenca más importante se reduce a pequeñas comunidades en Honduras, que intentan preservar viva su lengua y su cultura a través de diversos programas culturales llevados a cabo por asociaciones, universidades y ayuntamientos. Los lencas son los descendientes directos de los mayas. Han perdido completamente su idioma y sus costumbres; todos hablan español, ya no usan la cerbatana y casi han olvidado sus comidas. Los lencas dieron batalla en el area que hoy comprende el rio Comayagua y el rio Ulua. La fuerza indígena se centro en los peñoes del Congolon, Cuyucutena, Piedra Parada, Cerro del Broquel y Cerquin, en el actual departamento de Lempira. Cerquin, según las evidencias históricas, se constituyo en el centro de operaciones de la resistencia lenca. Los cronistas españoles señalan que “toda la tierra se había alzado y rebelado al tiempo que se alzo el mismo peñón”. Los españoles redujeron a la población lenca en lo que ellos llamaron “Pueblos Indios” aunque también hubo otro tipo de reducciones mucho más violentas y disolventes del pueblo y la cultura indígena, como la Encomienda y los Repartimientos. Esto, con el objetivo de controlar la mano de obra indígena para explotarla y evangelizarla. Estas reducciones atomizaron a la población lenca en núcleos aislados, algo característico de la población lenca actual, con la que se desarticulo toda perspectiva de unidad política cultural. 

La generalización del nombre Lenca para designar a estos indígenas fue hecha por el conocido viajero e investigador E.G. Squier, quien en 1853 escuchó que los indios de Guajiquiros llamaban a su lengua Lenca. Durante la conquista española el pueblo Lenca ofreció una tenaz resistencia, siendo el Cacique Lempira su máximo exponente de la defensa de su gente, su tierra y su cultura. 

La lengua Lenca se extinguió en las últimas décadas de siglo pasado y la primera del siglo XX, hoy solo se recuerdan algunas palabras que oyeron sus padres o abuelos, pero el idioma vivo ha dejado de existir. Todos los indios Lencas hablan español como lengua materna aunque su manera de expresarse en la sintaxis, la mezcla y tono es la del idioma perdido. Según la antropóloga e historiadora Anne Chapman, a la llegada de los españoles, los lencas estaban distribuidos en distintos grupos, constituyendo una considerable población: Care, Cerquin, Potón y Lenca; eran poblaciones que, si bien es cierto, estaban aislados por grandes distancias, se mantenían unidas por lazos culturales y una historia común. Siguiendo el estudio de Chapman, geográficamente los lencas se distribuían de la siguiente manera:
  • Care: Intibucá, La Paz, norte de Lempira y sur de Santa Bárbara.
  • Cerquín: centro y sur de Lempira y sur de Intibucá.
  • Poton: El Salvador; al oeste del rio Lempa.
  • Lenca: departamento de Comayagua, oriente de La Paz, centro y sur de Francisco *Morazan: incluyendo probablemente la capital de Honduras (Tegucigalpa).
Los lencas estaban también en el valle de oriente donde colindaban con los potones de El Salvador.


Informacion obtenida de:  Ecured
Tolupan




Se les conoce como Jicaques, pero su nombre auténtico es Tolupán. El término de jicaque fue utilizado por los colonizadores para referirse a los diferentes grupos rebeldes de la Taguzgalpa. Hacia fines de la época prehispánica se extendieron por la costa Atlántica, la Bahía de Honduras, desde el río Ulúa a Puerto Castilla, cerca de la actual ciudad de Trujillo y tierra adentro hasta el río Sulaco, pero en el año de 1609 los Tolupanes se ubicaron como grupo étnico en el área de los ríos Guayape y Guayambre, en Olancho.
En este proceso de reasentamiento étnico murieron grandes cantidades de indígenas debido al trabajo forzado y las enfermedades foráneas. El misionero español Manuel de Jesús Subirana, en 1864, gestionó ante las autoridades los títulos de propiedad para estas poblaciones, dichas tierras tituladas a favor de los indígenas hoy día son motivo de disputa por encontrarse la gran mayoría ocupadas por cafetaleros y ganaderos ladinos en el departamento de Yoro.
El pueblo Xicaque o Tolupán se encuentra ubicado en los departamentos de Yoro y Francisco Morazán, en los municipios de Morazán, Negrito, Victoria, Yorito, Yoro, Olanchito, Marale y Orica.
Las tierras ocupadas por el pueblo Tolupán son un 60 por ciento de vocación forestal, 30 por ciento ganadero y 10 por ciento agrícola. En las partes más altas de las montañas de Yoro, actualmente forman la Federación de Tribus Xicaques con 25 consejos tribales, y dos que todavía no se han integrado a esta estructura que es la tribu El Hoyo y la zona Occidental de la Montaña de La Flor. Su población aproximada es de 18 mil personas.
A pesar de que la cultura Tolupán ha sido en gran parte afectada por los ladinos, conservan su lengua Tool y sus tradiciones en las tribus de la Montaña de la Flor. La organización social descansa en la familia y en la sociedad tribal.
En 1978 se integra una directiva con el nombre de Federación Nacional de Tribus para la Liberación del Indígena Hondureño (FENATRILH), para reivindicar los derechos ancestrales y culturales del pueblo Tolupán. Posteriormente fue modificada para surgir la que actualmente se conoce como FETRIXI (Federación de Tribus Xicaques de Yoro).
Las actividades de los tolupanes giran alrededor de pequeños cultivos de café que fue introducido en la década de 1930. Sus alimentos básicos son el maíz, frijol, calabazas, papas y otros tubérculos. Plantan bananos en pequeñas parcelas y otros árboles frutales como naranjos, mangos y aguacate, así como pequeños plantíos de tabaco.
Producen miel de abeja, practican la pesca y caza en menor escala, conservan el uso del arco y la flecha para la cacería, el consumo de tabaco en pipas elaboradas para la localidad y el uso de la piedra pedernal para encender el fuego; también de la corteza de un árbol fabrican tiras de telas para unir entre sí los palos para construir chozas.
Tejen hermosas canastas de variadas formas y redes que se emplean para transportar maíz. Las mujeres cosen sus vestidos con telas compradas y las túnicas de los hombres llamadas balandranes con dril.


Informacion obtenida de:  Nacer en Honduras

Tawahkas





Tierra adentro de la costa misquita viven los Twahkas. La mayoría de ellos en la aldea de Krausirpi, ubicada en la margen del río Patuca en el corazón de la zona selvática hondureña. Los Tawahkas de Honduras constituyen un grupo pequeño. Histórica y culturalmente son una etnia que ha soportado la influencia misquita, si bien han adaptado muchos de sus patrones culturales aún conservan elementos de su propia cultura que los hace distinguirse como pueblo indígena.

Entre estos elementos se encuentra la lengua, sus relaciones sociales y sus características de producción y de mutua solidaridad. El primer contacto que tuvieron con los españoles fue en el año de 1604. Los Tawahkas o sumos eran uno de los grupos indígenas más extensos de Centroamérica durante el periodo colonial. Se extendían hacia el sur desde el río Patuca en Honduras, a través de la sierra central de Nicaragua, hasta el río Rama. Los documentos coloniales indican que fueron el grupo dominante en esta zona por lo menos cuatro siglos. Durante la época colonial, se vieron obligados a replegarse hacia el interior del país, ante la belicosidad e intransigencia de los misquitos o zambos; así fue como se establecieron en la región central. Al parecer los Tawahkas tienen parentesco cercano con los misquitos. Hay muchos rasgos socioculturales que los asemejan y la lengua es uno de esos elementos.

Según estudios consultados, la lengua Tawahka y la Misquita son bastante semejantes en su estructura morfológica y sintáctica, aunque no tienen mucho léxico en común. Ambas lenguas pertenecen al grupo macro-chibcha, grupo lingüístico de origen sudamericano. Se supone que en fechas muy lejanas los antepasados de los Tawahkas, Misquitos y los Ramas (otro grupo emparentado), emigraron desde lo que hoy es Colombia pasando por el istmo de Panamá. Los Tawahkas llaman a su lengua twanka, que muestra una similitud con la denominación que, a principios del siglo XVII los españoles dieron a los indios de la zona del Guayape-Guayambre: Tahuajcas.

Krausirpi y Krautara son las aldeas Tawahkas más grandes localizadas sobre los márgenes del río Patuca. Aunque los Tawahkas habitan esta zona desde hace ya varios siglos, Krausirpi, la principal aldea Tawahka, fué fundada en 1938 por el último cacique Tawahka (Claudio Cardona). Hasta 1948, el principal asentamiento Tawahka era Yapuwas, caserío que abandonaron debido a una peste que azotó y diezmó la población sumado a las presiones ejercidas por las autoridades del Departamento de Olancho. Se cree que el éxodo de los Tawahkas radicados actualmente en Krausirpi lo iniciaron, en forma paulatina, tres familias. La peste que azotó Yapuwas, según los relatos Tawahkas, era un extraño mal que mataba de tres a cuatro nativos diariamente, salvándose aquellas personas que abandonaron el lugar.

Los Tawahkas muestran un alto grado de penetración cultural misquita. Durante el siglo XIX, estuvieron a punto de extinguirse debido al reducido número de mujeres Tawahkas por razones aun no determinadas y a que sus varones no deseaban unirse con las mujeres misquitas. Ocurre lo contrario con los Misquitos, quienes, sin problema alguno deciden juntarse con las Tawahkas. Una muestra de influencia Misquita es una de las bebidas mas tomadas por los Tawahkas: el guabul, bebida elaborada de puré de plátano maduro disuelto en agua o leche y puesto a hervir. Además de estas elaboran vinos de varias especies de palmas y de caña de azúcar; del arroz y del maíz preparan bebidas embriagantes como la chicha. De la palma llamada supa consumen el fruto cocido y el tronco les sirve para construir arcos y flechas (igual que los misquitos). Consumen contrario a los misquitos, en menor medida: ajo, cebolla, café y tés de varias hierbas.

La ancianidad entre Tawahkas de ninguna manera implica soledad y desocupación. Las personas de edad avanzada siguen dedicándose a sus labores cotidianas, en la medida que sus fuerzas se lo permitan. La anciana Tawahka tienen a su cargo la educación de los niños pequeños y ciertas labores domesticas, como la preparación parcial de alimentos y algunos trabajos artesanales. Los hombres ancianos ocupan en la jerarquía civil y religiosa del grupo, un puesto que deben a su experiencia y sabiduría. Son respetados y escuchados. Se disfruta de su compañía y se les pide consejos.

Cuando un Tawahka muere, el cuerpo es llevado al cementerio con los pies hacia delante, el zukia o rezador dirige sus oraciones al difunto y antiguamente, el zukia debía capturar el alma del difunto y conducirla a su última morada; de lo contrario el alma erraba sin destino causando mucho perjuicio a los pobladores. Para lograrlo, se ponía a bailar alrededor de un insecto y lo acercaba al muerto, invitando al alma a penetrar en el cuerpo del animal. El zukia colocaba el insecto en un recipiente y lo liberaba luego en la proximidad de la tumba, para que el alma pudiera entonces pasar del animal al cadáver.

No se ha podido profundizar en los ritos religiosos de esta etnia. En la actualidad, no existen estudios que brinden un panorama amplio sobre este aspecto cultural. El último censo indica que hay aproximadamente en la reserva Tawahka, un poco más de 950 miembros de los cuales solo un pequeño porcentaje se ha conservado puro, el resto se ha mezclado con Misquitos y Ladinos. Los Tawahkas son una etnia amenazada también por la extinción.

Informacion obtenida de: Mesoamerica Travel.
Si desea saber mas puede consultar este documento de la UNESCO.
Los Chorti


Antiguamente los Chortís estaban establecidos en el suroeste de Honduras hasta el oriente de Guatemala y la parte superior del río Lempa en El Salvador.
Históricamente, los mayas-chortís de Honduras, se localizan en los departamentos de Copán y Ocotepeque; estrechamente relacionados con los mayas de Yucatán, Belice y parte norte de Guatemala son considerados el grupo más meridional de la familia Maya-Quiché. Actualmente se reconocen como campesinos de tradición Chortí y conviven con la población mestiza. El pueblo chortí, con la llegada de la colonización española ha experimentado la mas dura y cruel persecución, fueron expropiados de sus territorios, sometidos a la esclavitud inhumana y obligados a aceptar una cultura ajena a su voluntad, situación que originó casi la total perdida de su lengua materna, la riqueza de sus valores culturales, como ser sus costumbres, sus creencias y su espiritualidad con relación a la naturaleza; sin embargo, el pueblo chortí ha resistido con valentía todos éstos golpes y continúa velando por hacer valer sus derechos.